EL "OBISPO DE LOS POBRES" QUE LLEGÓ A LA PRESIDENCIA

Lugo fue durante una década obispo del departamento de San Pedro, uno de los más pobres del país. Allí apoyó las reivindicaciones sociales de grupos campesinos, lo que le valió el apodo de "obispo de los pobres". Renunció al sacerdocio en diciembre del 2006 para lanzarse a la arena política. Esa decisión le valió una suspensión del Vaticano, que no obstante le concedió una inédita dispensa que lo redujo al estado laical semanas antes de que asumiera la presidencia. Juró como presidente el 15 de agosto del 2008 con una alta popularidad. Su perfil diferente al de los políticos tradicionales locales le permitió imponerse con un 40 por ciento de los votos en las elecciones, una victoria histórica que puso fin a seis décadas de gobierno del conservador Partido Colorado.

Los escándalos de paterninad minaron su imagen

En abril del 2009, Lugo reconoció que era padre de un niño concebido cuando aún era obispo, un caso que impulsó la presentación de otras dos demandas de filiación. Una de las demandas fue descartada tras una pruebas de ADN. Los escándalos de paternidad minaron su popularidad y su imagen de gobernante honesto. La popularidad del ex obispo comenzó a caer en su segundo año de gestión debido a polémica generada por las demandas de paternidad, así como por la falta de avances en las reformas prometidas -como la agraria y judicial- y en el combate a la pobreza y la corrupción. Enfrentó dificultades para llevar adelante sus programas a causa de los constantes roces con el Congreso, de mayoría opositora, y las divergencias internas en la coalición de Gobierno.

Luchó contra un cáncer y mantuvo el cargo

Lugo fue diagnosticado en agosto del 2010 con un linfoma no Hodgkin -un tipo de cáncer que afecta al sistema linfático- e inmediatamente inició un tratamiento con quimioterapia. Dos meses después del diagnóstico, sus médicos informaron que los nódulos inicialmente detectados habían desaparecido. La enfermedad disparó cuestionamientos sobre si tendría la fortaleza para concluir su mandado, pero Lugo aseguró que no le impediría cumplir con sus obligaciones como jefe de Estado. En diciembre del 2010, los médicos dijeron que el cáncer había remitido.

La oposición lo acusa de vínculos con una guerrilla

El segundo tramo de su mandato estuvo marcado por conflictos agrarios y por la reaparición del Ejército del Pueblo Paraguayo un pequeño grupo armado de extrema izquierda responsable de secuestros y asesinatos en la última década. Y fue acusado por la oposición de tener vínculos con los líderes del grupo cuando era obispo, algo que siempre negó.

LA MASACRE LO DEJÓ SIN ALIADOS

El juicio político en su contra se precipitó tras la muerte de seis policías y once campesinos durante el desalojo de una estancia en el departamento Canindeyu, noreste de Asunción, el peor incidente de este tipo en las últimas dos décadas. Lugo destituyó al ministro del Interior y buscó descomprimir la crisis nombrando en el cargo a un ex fiscal próximo al opositor Partido Colorado. Pero los líderes de esta agrupación resolvieron impulsar el juicio y perdió el apoyo de sus aliados, los liberales, que retiraron sus ministros del gabinete.